¡Oh, qué
dulce primavera!
El sol acariciaba mi piel,
Un gorrión
disfrutaba su miel,
Mis manos estaban sudando,
Mi corazón
estaba casi explotando,
Mi alma
se encontraba suspendida,
Y el bosque
estaba lleno de vida:
Fue un triunfo
de la paciencia,
Ese dia cuando perdi mi inocencia,
Bajo esa preciosa palmera,
¡Oh, qué
dulce primavera!
Poema por Lucio Muñoz